Los duendes son seres pequeñitos, traviesos, astutos, de agilidad prodigiosa, de inteligencia superior y en extremo burlones. Aparentemente, con sus actos y hechos sencillos, son inofensivos. Pero una cosa es oir relatar las travesuras y jugarrteas de los duendes, y reirse a carcajadas con el relato; y otra, es ser victima o blanco de su punteria, tema o tirria.
Por lo general no se dan a ver de la gente. Hacen sus torerias como seres invisibles, y la persona o personas perjudicadas, solamente escuchan los ruidos o palpan los danos. Algunos han oido las risitas de los duendecillos, despues que acaban de hacer estos el entuerto.
Como se expreso, estos seres burlones ejecutan actos sencillos, pero pertinaces y hostigadores.
La mayoria de las veces les da por dejar caer "lluvias de piedras, terrones, trozos de ladrillo, etc. durante horas enteras y con frecuencia, durante varios dias consecutivos, sobre los patios y corredores de las casas. Sus habitantes, al sentirse asi acosados, se desasosiegan y aterrorizan; y al cabo de cierto tiempo, optan por abandonarlas. Pero algunas veces los duendes siguen siguen a los huyones.
El duende de la Piedra de Cuapa
En el valle de Cuapa, hay una gran piedra que dicen cayo del cielo y a una legua de ella se encontraba la hacienda La Flor. Alli vivia un matrimonio que tenia una hija muy hermosa, de la cual se habian enamorado los duendes que habitaban en la casa. Todas las noches llegaban y le ponian flores en la cama y cuando iba a traer agua le enfloraban el camino. Los duendes no querian a la Mama de la muchacha y en lugar de flores le ponian espinas; Si iba a lavar le escondian el jabon; si iba a surcir le escondian el hilo y en fin, que ya nadie los aguantaba. La muchacha estaba asustada y tenia miedo de salir sola porque los duendes las seguian a todas partes.
El papa de la joven tenia un burro que jalaba agua y cargaba zacate y un dia de tantos no lo encontro, se puso furioso y comenzo a buscar el burro acompanado por los vecinos. Despues de varios dias lo encontro arriba de la piedra rebuznando afligido poruqe no podia bajarse. Comprendiendo que era una zanganada de los duendes, el senor le ordeno a su hija que les fingiera carino, correspondiendo con palabras amorosas a los regalos que le hacian. Lo que el Senor queria era que los duendes dejaran el burro.
La joven hizo caso y temblando de miedo les pidio que le bajaran el burro a su papa. Por quedar bien con ella, los duendes bajaron el burro y lo llevaron a la caballeriza.
Durante algunos dias no aparecieron y el senor creyo que ya no iban a seguir molestando, pero se equivoco. Su esposa tenia dos tazas y ellos lequebraron una porque sabian lo mucho que le doleria aquella maldad. A mediodia, cuando ella estaba estaba tomado sopa, exclamo "Que lastima que se quebro mi taza, tan bonita la pareja"; diciendo esto le dejaron caer real y medio en la sopa, entonces ella dijo: "Con esto se paga la taza". Cuando se levanto para contar el dinero que tenia guardado en un cofre, vio que le hacian falta real y medio, murmuro: "De mis mismos reales me estan pagando; que malos que son esos duendes, y le jalaron el cabello.
Como ya no los soportaban, decidieron hacerles la guerra. Despues de inventar miles de cosas, los duenos de la hacienda y los vecinos, se pusieron a tocar musica de cuerda. Esto desagrada a los duendes porque les producia dolor de cabeza. Dia y noche pasaron los senores tocando hasta que los traviesos no tuvieron mas remedio que abandonar la casa. Dicen que los chontalenos cuando ven una persona sobre la piedra gritan: "Alla esta el burro de Cuapa" y el que esta arriba, en venganza contesta: "Alla estan los duendes".
Se cuenta de una senora, que sintiendose hostigada por los duendes, decidio abandonar su casa sita en Monimbo y trasladarse a otra en el barrio San Jeronimo. Contrato algunos mozos y mando con ellos su cama, su cofre , su tinajon etc. etc. y espero la nochecita para irse ella con su motete de ropa y algunas pertenencia livianas. Se encamino la buena senora para la otra casa. y no habia olvidado su bacinilla..y entonces exclamo:
"Ay, Dios mio, olvide mi bacinilla; tendre que volverme..!
-Aqui la llevo yo..contesto una vocesita..
En efecto, un muchachito de cotoncito rojo iba a la par de ella, con la bacinica en la mano.
EL DUENDE
Mucho se oye hablar de los duendes por todas partes, ellos se llevan a los niños sin bautizar en un abrir y cerrar de ojos. Según dice la gente en los pueblos y comarcas, que los duendes son malos espíritus, son unos enanos que tiene la planta del pie al revés, andan vestidos de rojo y caminan en fila india, siempre en grupos de cinco. Viven en los montes. La hora de salida es entre las ocho y nueve de la mañana cualquier día. Se dice que los duendes son invisibles para los ojos de los adultos, sólo los niños pequeños y los mudos lo ven y del miedo se ponen a llorar. Por eso dicen que nunca hay que dejar a un niño sólo porque los duendes se lo roban y se lo llevan a la montaña y allá convierten en duende si no a sido bautizado, aunque también se dice que los duendes se llevan a los niños ya bautizados para perderlos en las montañas.
Los duendes son como niños de la edad de cinco años. Sin viejos de edad pero son chiquititos, ese es el tamaño al que ellos llegan. Son morenos aindiaditos como el tipo de gente de Masaya. Tienen el pelo corto, liso, aindiado y llevan unos cotoncitos rojos de manta como los de chavalitos que no tienen botones, sólo van amarrados con unos lacitos. A ellos también les gustan las muchachas jóvenes sin casarse. Las invitan a que se queden a vivir con ellos